Trabajar en cursos de FP Básica puede suponer un reto, y si es la primera vez que das a estos cursos suele haber miedos y creencias que no ayudan mucho.
Desde mi experiencia como tutora de un de estos cursos os quería contar las cosas que a mí me funcionaron, y sobre todo si os toca este año quitaros los miedos y creencias negativas para afrontar el curso con una mirada fresca y motivada.
Empezaré diciéndoos que mi primera experiencia en FP Básica fue una sustitución de 3 semanas, que fue un desastre. Justo después de eso me dieron una sustitución hasta final de curso también para FP Básica. Esa primera experiencia hizo que empezara con mal pie en mi nueva clase. Empecé muy estricta y sin escuchar a mis estudiantes. A los pocos días vi que los perdía, que juzgarles por lo que había pasado en otra clase era muy injusto.
Así que a la mañana siguiente al entrar a clase me olvidé del horario y les pregunté por qué estaban ahí. No es una formación obligatoria así que quería conocer por qué se habían apuntado, cuál era su motivación para estar en clase. Por qué habían escogido esa especialidad. Quería comenzar desde sus motivaciones, no desde la mías.
Sé que es un curso temido, pero os aseguro que están deseando que les mire con otros ojos y se detecten sus necesidades. Os animo a preparar dinámicas para los primeros días conocerles, establecer un vínculo y una estructura de clase que os ayude a tener un año genial.
Conocer sus motivaciones
Así que dividí la pizarra en dos (Motivos – Cómo lo vamos a conseguir) y fui escribiendo en la pizarra:
- Porque mi madre me ha apuntado
- Porque en la calle hace frío
- Porque no hay trabajo
- Porque sí…
- Porque me gustan los ordenadores
- Para jugar con el ordenador
- Porque quiero sacarme el título
- Porque quiero hacer una FP de Grado Medio
- Porque me aburro en casa
Nos quedamos con 3 objetivos, en negrita, y marcamos acciones para conseguirlo:
- Estudiar cada tarde de todas la asignaturas, hicimos un documento de compromiso de que horas dedicarían y cuándo en cada caso y lo revisábamos de vez en cuando.
- Prácticas en el ordenador, marcando unas normas, y dejando tiempo libre si han cumplido las actividades
- Los viernes haríamos actividades diferentes, como Profes por un día. Echad un vistazo a la actividad, ahí os cuento más cosas sobre este curso.
Esta dinámica la repetimos cada comienzo de trimestre, y fue muy emocionante ver cómo maduraban y sus motivaciones crecían.
Coordinación
Reúnete con las familias para recoger información de cómo son, si estudian en casa, qué quieren hacer (según los padres) y hacer equipo con ellos para lograr que terminen bien el curso. Es fundamental, habrá padres que no respondan, otros que se impliquen, habrá de todo.
Con uno de mis estudiantes nunca pude hablar con la familia, la madre no hablaba bien español y nunca me cogía el teléfono. Con este alumno hubo unos problemas de comportamiento y se mandó carta a casa (aunque fuera mayor de 18 años). Las cartas sí le llegaban y se las leía otra hermana. Su madre habló con él y al día siguiente me contó que había hecho una promesa a su madre de que no mandaría más cartas. Me contó lo importante que era su madre para él y que no iba a defraudarla, y os digo que no lo hizo, pasó a ser un motor en la clase para motivar a todos. Con esto os digo, que nunca dejéis de intentarlo con las familias por los medios que tengáis. Con otros dos estudiantes fue imposible, también os digo.
Coordínate con los otros profes, piensa que necesitan unas normas comunes y un trabajo en equipo. Te facilitará la vida para evitar problemas. Si eres tutor o tutora piensa que contigo se portarán mejor porque eres quién contacta con los padres. Trabaja las normas de clase con ellos, cuando llevéis unos días de clase que ya te conozcan y les conozcas. Las dos profes de los ámbitos y yo buscamos un recreo a la semana que podíamos las tres y nos juntábamos en el aula para contar cómo iban las clases, que dificultades o avances íbamos teniendo.
Así supe mejor las dificultades en el ámbito lingüístico, la compañera recomendaba que leyeran más. Así que cada mañana preparaba un texto relacionado con la clase, parte de los apuntes que les daba, y leímos durante una media hora cada día. También me contaban que detectaban que tenían dificultades para estudiar. Así que hicimos dinámicas de conocer técnicas de estudio. Y las aplicábamos en clase, hacíamos esquemas, resumíamos, repetíamos con nuestras palabras.
Cambiar el chip
Ten en cuenta que el sistema no funciona para ellos. Normalmente los libros no serán su recurso favorito y no tendrán una rutina de estudio ni conocerán las técnicas de estudio que mejor les van. Trabaja con ellos con el foco en sus objetivos para que desde su motivación aprendan unos básicos que les ayuden el resto de su vida.
Para mí fue básico cambiar el chip de los contenidos a las herramientas para la vida. Mis asignaturas las entendí como un medio para aportarles valores, capacidades, motivación, autoestima, … Y más cosas que ellos me enseñaron a mí.
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